sábado, 5 de marzo de 2011

¡Es la revolución, camarada programador!


No son malos tiempos para ser desarrollador de aplicaciones móviles. Las plataformas se los rifan y las empresas los agasajan con todo tipo de regalos. En esta lotería 'post-PC' -la palabra más repetida durante el discurso de Jobs el pasado miércoles- son ellos los que se han llevado el gordo. Las 'apps', o su ausencia, son las que hacen o deshacen los nuevos imperios. Ellos dominan el mercado, ellos marcan las reglas...
oh wait...
Es curioso, pero en pleno 'boom' de la economía de las 'apps', los entornos de desarrollo siguen siendo bastante cerrados -incluso los que presumen de abiertos- y para muchos desarrolladores la situación es frustrante. Se quejan de la poca transparencia detrás de los procesos de aprobación, de los retrasos a la hora de solucionar los problemas técnicos, de la dejadez de algunas compañías o de las dificultades que encuentran para desarrollar o sacar beneficio de sus creaciones. Se quejan, y en muchas ocasiones lo hacen con razón.
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  • Sindicados
  • Por supuesto, el primer nombre que viene a la mente es el de Apple. Después de todo, la App Store es una tienda con una lista de normas bastante extensa queen el mejor de los casos resulta confusa y en el peor una autentico suplicio. Esta semana, sin embargo, varios desarrolladores han decididocrear un sindicato para presionar una plataforma que por lo general, de cara a la galería, se presenta como el máximo exponente del desarrollo libre: Android.
    "Estamos cansados de que se nos trate como a jornaleros de la plantación digital de Google", dicen sus miembros. Piden siete cambios urgentes en el Android Market, entre ellos mayores opciones de pago, mejor control de errores y más transparencia en los algoritmos para búsqueda de aplicaciones. La mascota se les ha unido con el puño en alto y no es casualidad que hayan elegido esta semana. En San Francisco se celebraba la Conferencia de Desarrolladores de Juegos y había mucho interés por Android como plataforma.
  • Oportuno
  • A Apple, mientras, también le ha llovido lo suyo esta semana. A la entrada de la presentación del nuevo iPad se repartían varios panfletos con quejas sobre la nueva política de suscripciones digitales de Apple, anunciada hace menos de un mes. Las nuevas reglas no han sentado bien entre los desarrolladores, sobre todo en la sede de Zuora, una 'statup' dedicada precisamente al negocio de las suscripciones digitales. Los panfletos y el sitio web de protestacreado como respuesta a las nuevas medidas son obra suya y parte de la gracia es que la acción también incluía el uso de iPads -a modo de pancarta- para transmitir el mensaje. La acción recuerda a la que realizó Defective by Design -un grupo que pide la abolición de los famosos DRM- durante el lanzamiento del primer iPad.
  • RIM, ponte las pilas
  • Como decía al principio, aquí no se salva nadie. El pasado 25 de febrero Jamie Muray desarrollador de Blackberry escribía una larga carta a RIM explicando los motivos por los que abandonaba la plataforma. Las herramientas y el propio portal para desarrolladores ofrecen una experiencia muy inferior a las de la competencia. "El kit de desarrollo para Playbook es una basura", resume Muray.
  • Merece la pena escuchar
  • ¿Es acaso una pataleta de una nueva clase de programadores acostumbrados a que todo sean facilidades? Da igual, a la hora de la verdad este tipo de protestas más vale tenerlas en cuenta, son un signo de que tu competencia lo está haciendo mejor. Nokia sabe algo de esto. En el año 2009 Mike Rowhel fue uno de los primeros desarrolladores de Symbian que llamó la atención a Nokia sobre el desastroso estado del mundo del desarrollo de aplicaciones en Symbian. En aquel entonces la compañía finlandesa aún presumía de que Symbian era una mejor propuesta que el iPhone como plataforma de desarrollo porque estaba presente en más de 400 millones de dispositivos. El post de Rowhel sacudió la Red, pero no lo suficientemente fuerte como para que llegara a los oídos de los ejecutivos en Finlandia.
    El resto es historia.

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